La Biblia nos dice que lo que pensamos, en nuestro corazón, eso somos.
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” Mateo 24:35, Marcos 13:31, Lucas 21:33
“Haz todo lo posible por ganarte la aprobación de Dios. Así, Dios te aprobará como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, y que enseña correctamente el mensaje verdadero. No prestes atención a las discusiones de los que no creen en Dios, pues eso no sirve de nada. Los que así discuten, van de mal en peor, y sus malas enseñanzas se van extendiendo, como el cáncer. Así también lo han hecho Himeneo y Fileto.”2Ti 2:15 -17
“Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen mis mandamientos. Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes.”Juan 14,15-16
“Jesús le contestó: —Si alguien me ama, también me obedece. Dios mi Padre lo amará, y vendremos a vivir con él.
Los que no me aman, no me obedecen. Pero yo les he dicho solamente lo que mi Padre me envió a decirles, no lo que a mí se me ocurrió. Les digo esto mientras todavía estoy con ustedes.
El Espíritu Santo vendrá y los ayudará, porque el Padre lo enviará para tomar mi lugar. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he enseñado.” Juan 14,23-26
No existe otra forma de interpretar correctamente La Biblia, si no es a través del Espíritu Santo.
La predicación de la segunda venida de Jesús ha dejado de ser prioridad. Para la iglesia primitiva era lo esencial: “Maranatha” ¡el Señor viene pronto!
La teología posmoderna, pretende asemejarse a la iglesia primitiva pero, más predica sobre el ejercicio de los dones carismáticos para el logro de bienestar económico, social, cultural, emocional y físico del ser humano, que para como iglesia prepararnos para la venida de Nuestro Señor y para reconciliar al mundo, perdido en las tinieblas del pecado, con Dios.
Me pregunto: ¿Dónde está, o mejor dicho que es de: un mismo Espíritu, un mismo Señor y un mismo Padre de todos, si hasta entre ellos –principalmente los emergentes- enseñan cosas y doctrinas diferentes?
¿Acaso el Espíritu Santo es un espíritu de confusión? ¿Qué ha sido de la humildad y mansedumbre que Jesús desea enseñarnos y que la espiritualidad no se mide en emociones, misticismo o “carisma” sino en Fruto del Espíritu que todo Nacido de Nuevo debiera producir? (Gálatas 5:22-23, leer contexto para ver lo que no es Fruto del Espíritu)
¿Qué hay en nuestros corazones?
¿Los principios eternos (verdades) del Sermón del Monte que Jesús enseñó durante todo su ministerio a sus discípulos y a través de ellos a nosotros (Juan 17:17-26) o, filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo (Colosense 2:1-8)?
deseo que te desarrolles como un CRISTIANO defensor de la fe (Hebreos 12:1-2), dispuesto a que el estilo de vida del Evangelio (regeneración a través del Espíritu Santo) te transforme en sal y luz al mundo (Mateo 5.1-16).
Para ello estudia y vive Biblia con la ayuda, que el Espíritu Santo te ofrece. Se prudente y cuidadoso
“Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen mis mandamientos. Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes.”Juan 14,15-16
“Jesús le contestó: —Si alguien me ama, también me obedece. Dios mi Padre lo amará, y vendremos a vivir con él.
Los que no me aman, no me obedecen. Pero yo les he dicho solamente lo que mi Padre me envió a decirles, no lo que a mí se me ocurrió. Les digo esto mientras todavía estoy con ustedes.
El Espíritu Santo vendrá y los ayudará, porque el Padre lo enviará para tomar mi lugar. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he enseñado.” Juan 14,23-26
No existe otra forma de interpretar correctamente La Biblia, si no es a través del Espíritu Santo.
La predicación de la segunda venida de Jesús ha dejado de ser prioridad. Para la iglesia primitiva era lo esencial: “Maranatha” ¡el Señor viene pronto!
La teología posmoderna, pretende asemejarse a la iglesia primitiva pero, más predica sobre el ejercicio de los dones carismáticos para el logro de bienestar económico, social, cultural, emocional y físico del ser humano, que para como iglesia prepararnos para la venida de Nuestro Señor y para reconciliar al mundo, perdido en las tinieblas del pecado, con Dios.
Me pregunto: ¿Dónde está, o mejor dicho que es de: un mismo Espíritu, un mismo Señor y un mismo Padre de todos, si hasta entre ellos –principalmente los emergentes- enseñan cosas y doctrinas diferentes?
¿Acaso el Espíritu Santo es un espíritu de confusión? ¿Qué ha sido de la humildad y mansedumbre que Jesús desea enseñarnos y que la espiritualidad no se mide en emociones, misticismo o “carisma” sino en Fruto del Espíritu que todo Nacido de Nuevo debiera producir? (Gálatas 5:22-23, leer contexto para ver lo que no es Fruto del Espíritu)
¿Qué hay en nuestros corazones?
¿Los principios eternos (verdades) del Sermón del Monte que Jesús enseñó durante todo su ministerio a sus discípulos y a través de ellos a nosotros (Juan 17:17-26) o, filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo (Colosense 2:1-8)?
deseo que te desarrolles como un CRISTIANO defensor de la fe (Hebreos 12:1-2), dispuesto a que el estilo de vida del Evangelio (regeneración a través del Espíritu Santo) te transforme en sal y luz al mundo (Mateo 5.1-16).
Para ello estudia y vive Biblia con la ayuda, que el Espíritu Santo te ofrece. Se prudente y cuidadoso
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