sábado, 22 de enero de 2011

EN LA GUERRA POR LA SALVACION

EN LA GUERRA POR LA SALVACION
En la guerra por la salvación del alma hay que considerar dos fuentes: la del bien y la del mal. El Espíritu de Dios es la Fuente del Bien y los espíritus del infierno del mal.
Quien quiere vencer el mal tiene que estar del lado del Bien. Porque, ¿cómo es que alguien se arriesgaría a enfrentar el mal estando de su lado o haciendo lo que le agrada?
Muchas personas piensan que por haber aceptado a Jesús ya son salvas. No, ¡No, lo son! Más que eso es necesario entregar, dar, rendir y sacrificar la vida para Él.
Entregar la propia vida para el Señor Jesús significa una transferencia del lado malo para el lado del bien.
Eso exige cambios inmediatos de actitudes simples, pero extremadamente importantes:
Primero: Abandonar hábitos malos.
Segundo:
Abandonar amistades malas.
Tercero:
Leer y principalmente meditar en la Palabra de Dios.
Cuarto:
Colocar en práctica sus enseñanzas.
Muchas personas les gustarían cambiar su comportamiento equivocado. Pero mientras se mantengan en compañía de otras que no comparten la misma fe, no lo conseguirán.
¿ Es fácil? ¡No! Pero, ¿cuánto cuesta un alma? ¿Alguna vez vio algo tan valioso barato?
“ Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36).
Quien quiere encontrar el tesoro oculto en el campo tiene que pagar el precio.
“ y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón…” (Jeremías 29:13).

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